Envuelta en los tonos crepusculares de un cielo estrellado, esta resplandeciente pulsera de tenis de plata de ley .925 encierra elegancia y audacia. Cada eslabón, bañado en rodio para un brillo y una resistencia duraderos, es un testimonio de la maestría artesanal. La pulsera está adornada con un patrón alternado que combina ingeniosamente dos diamantes negros con un solitario blanco, creando un fascinante ritmo de luces y sombras a lo largo de sus 18 cm de longitud. Juntos, estos diamantes de origen natural pesan un total de 2,0 quilates, brillando con un color IJ y una claridad I2-I3, capturando la esencia del encanto encantador de la noche. Asegurada con un firme cierre de caja, promete no solo adornar la muñeca, sino convertirse en un emblema del gusto refinado y el espíritu audaz de quien la lleve.