Sumérgete en la elegancia etérea de esta exquisita pulsera, donde el encanto atemporal de la plata de ley .925 se realza con un acabado de rodio que le otorga un brillo eterno. Diamantes redondos naturales de 1/10 de quilate, ingeniosamente dispuestos, brillan con un fuego íntimo, armoniosamente yuxtapuestos con el púrpura profundo y místico de las amatistas ovaladas naturales. Cada gema de 7x5 mm no está tratada, conservando su auténtico esplendor, alternando entre encantadores símbolos de infinito y delicadas cruces. Este adorno de muñeca de 18 cm se cierra con un sutil cierre, prometiendo comodidad y encanto. Representación de la gracia divina y la sofisticación moderna, esta pulsera se transforma sin esfuerzo de un tesoro para el día a un encantador accesorio de noche, cautivando la esencia de una estética moderna y clásica.