Descubra la sobria elegancia de estos exquisitos pendientes de perla cultivada de agua dulce, testimonio de un estilo clásico y una artesanía atemporal. Cada perla, engastada en una copa pulida de oro blanco de 14 quilates rodiado, mide entre 5,0 y 5,5 mm y brilla con un brillo resplandeciente. Ligeros matices rosados ​​adornan estas esferas, añadiendo un toque de color que realza su belleza natural. Diseñados para ofrecer comodidad y seguridad, los cierres a presión garantizan que estas joyas se mantengan en su lugar, perfectos para el lujo diario o para ocasiones especiales. Deje que estas perlas infundan glamour y sofisticación en su conjunto, reflejando tanto su gusto como los sutiles matices de la elegancia refinada.