Estos exquisitos pendientes, elaborados en brillante oro blanco de 14 quilates, están adornados con diamantes cultivados en laboratorio, cada uno resplandeciente en su engaste, con un peso total de medio quilate. Engastados con seguridad en engastes clásicos de cesta de cuatro garras, estas joyas de talla redonda brillan con una claridad FG y una graduación de color de VS1-VS2, reflejando sofisticación y belleza etérea. Más allá de su brillo, los pendientes son una oda consciente a la sostenibilidad, fusionando la tecnología moderna con la artesanía joyera tradicional. Los cierres a presión garantizan un ajuste seguro y cómodo, lo que los convierte en perfectos tanto para la elegancia del día a día como para ocasiones especiales. Este par promete ser una preciada adición a cualquier colección de joyas, ofreciendo lujo y un encanto ético que resuena con la mujer contemporánea.